martes, 31 de mayo de 2022

Las mujeres que lideran los cultivos de cacao en el Cesar

 El cultivo del cacao es la gran apuesta de muchos campesinos, entre ellos mujeres, que en el pasado sufrieron con la incursión de los diferentes actores violentos en el Cesar.

Varias fincas de esta región, lideradas por mujeres, formaron parte del recorrido que realizaron por el departamento las investigadoras Claudia Mosquera Rosero Labbé y Lucía Eufemia Meneses Lucumí, quienes lideran el Laboratorio de Paz Territorial, que impulsa en esta región la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede de La Paz.

El cultivo de cacao en este departamento ha crecido en los últimos años de manera considerable, en gran parte por la diversificación que han implementado los campesinos y por los planes de mejora y expansión que se han puesto en marcha.

Las cifras de la Federación Nacional de Cacaoteros son dicientes: mientras en 2019 había 7.260 hectáreas sembradas, hoy son alrededor de 8.200, y se estima que esta producción seguirá creciendo en el marco del Plan Nacional de Renovación de Cacao, cuyo propósito es renovar las tierras de cultivos improductivas.

En Cesar los municipios con mayor producción de cacao son Valledupar, Pueblo Bello, La Jagua de Ibirico, Agustín Codazzi, La Paz, Manaure, Becerril y San Alberto.

En el municipio de Agustín Codazzi, Deybis Coneo es la representante legal de la Asociación de Cacaoteros del Perijá (Asocope), una de cuyas metas es combatir el mito de que la mujer del campo solo se dedica a los quehaceres del hogar, ya que “hemos trabajado mucho por la equidad de género y nos hemos convertido en mujeres empresarias y dueñas de sus cultivos”.

Además de ser la presidenta de la Asociación, Deybis es la secretaria del Comité Intermunicipal de Cacaoteros, donde tiene interacción permanente con la Federación Nacional de Cacaoteros, recibiendo apoyo para los productores locales.

Otra cacaotera entrevistada en el corregimiento Azúcar Buena, en el municipio de Valledupar, es Dora Fuentes Lúquez, quien ha enfrentado la violencia, la discriminación y muchas otras dificultades, que no la han desalentado sino que, por el contrario, sigue firme al frente de su finca, su cultivo de cacao, y desde 2016 como representante legal de la Asociación de Productores de la Mesa (Apramesa).

“Nos gustaría iniciar con la transformación del cacao, pero se necesita acompañamiento, infraestructura y algunas maquinarias que aún no tenemos. Aunque tenemos tostadora, descarrilladora, molinos, moldes, bolas y marca, nos hacen falta otras. Necesitamos un impulso para la comercialización de la chocolatina artesanal”, señaló Dora.

En la vereda Iracal, en el corregimiento Minas de Iracal, municipio de Pueblo Bello, tiene su cacaotal Rocío Pulido Rodríguez, dueña de la unidad productiva El Olimpo. Aunque es auxiliar de enfermería y técnica en salud pública, hoy es una de las cacaoteras más exitosas del Cesar.

Rocío explica que, debido a la situación laboral y económica que sufrió trabajando en el sector salud, decidió volcar toda su energía en la agricultura, una actividad que le ha dado muchas satisfacciones personales y financieras.

Ella fue gestora de la firma de un convenio con Tayronaca, una asociación que agrupa a productores de café y cacao de la Sierra Nevada de Santa Marta, y promueve el intercambio comercial tanto nacional como internacional.

En la finca El Tucán, ubicada a unos 960 msnm en la vereda Casa Grande, del municipio de Manaure, está asentada Johenny Dangond, quien pasó de ser psicóloga en una EPS a emprendedora de chocolates. “Todo comenzó hace unos seis años, cuando compramos la finca con mi esposo para tenerla como lugar de vacaciones y temporadas especiales, con nuestros dos hijos”, comenta Johenny.

Cuando perdió su empleo en la EPS, se dedicó por completo a la transformación del cacao, aprendió a hacer bombones y chocolates que combina con las frutas cítricas que produce esa tierra, con los frutos rojos, con la panela o la caña de azúcar. También incluye almendras, uchuvas, arándanos y chocolate blanco. El nombre del emprendimiento es Cacao Birds.

Uno de sus logros más importantes es la certificación de “Prácticas agrícolas” que les otorgó el Instituto Colombiano Agropecuario y que los califica como producto 100 % natural, porque no usan ningún químico en las plantas de cacao.

Los planes a futuro de estas cultivadores de cacao son seguir cultivando, aumentar el número de hectáreas de cacao en sus parcelas, pensar más adelante en la transformación del producto para obtener más ingresos, y por supuesto que sus productos se puedan exportar a muchos países.







domingo, 15 de mayo de 2022

Guías recuperan mitos indígenas alrededor de plantas y animales

 La biodiversidad de la Amazonia y los mitos de las comunidades indígenas que se asocian con animales silvestres y plantas han sido recopilados en las Guías Etnobiológicas de Colombia, publicación seriada elaborada por un grupo interdisciplinar de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), en las que también se describen las lenguas de estas comunidades, como una manera de preservarlas entre las nuevas generaciones.

" GENTE DE OTROS TIEMPOS "

Las aves, el padre creador las creó: perdices, gallineta, tente,
pava, pava colorada, pava negra... Todas las aves grandes
fueron formadas por el creador. Las aves pequeñas son los
nietos del abuelo de enfriaje, son la alegría y la armonía del
amanecer, pues madrugan a bañarse...

El biólogo Andrés Jiménez, estudiante de la Maestría en Ciencias – Biología de la UNAL, recuerda que “hace cuatro años venimos recopilando el contenido de las Guías –que ya van por la tercera edición– en encuentros con miembros de las comunidades del Medio Caquetá, y aspiramos a realizar una cuarta edición con la comunidad Tucano, en San José del Guaviare, para lo cual ya hemos realizado algunas entrevistas y conformado grupos de trabajo de lingüística y agronomía, entre otros.

“Desde el origen, el abuelo de tabaco creó los seres del mundo de diversas sustancias y ha confiado a sus hijos su palabra. Las primeras humanidades, al no cumplir con esa palabra, fueron castigados y convertidos en animales...”.

Los mitos que mencionan en las Guías reflejan el comportamiento de varios animales, que algunas veces ayudan al hombre y en otras solo quieren hacer daño. “Según el espíritu y la esencia del animal, podemos aprender a relacionarnos tanto en sociedad como con la naturaleza. Por eso se dice que la palabra del abuelo tabaco es la del ‘buen vivir’. Esta palabra guarda conocimientos muy profundos, relacionados con las facultades del ser humano, la ecología, el manejo y funcionamiento de la naturaleza, la biología de la fauna y la flora local. Y es precisamente este conocimiento el que queremos re-valorar, rescatar y difundir para conservar este patrimonio inmaterial invaluable”, señala el biólogo.

La raya, la danta, el bagre, el mico y las aves son algunos de los animales que aparecen como referencia de la riqueza que conservan estas comunidades sobre conocimientos ancestrales de la fauna y la flora. Alrededor de ellos se tejen leyendas que dan cuenta de su cosmogonía (visión del mundo), pero también representan la mejor oportunidad de mencionar su estado de conservación, su utilidad y las principales amenazas que tienen en la región.

Así por ejemplo, en la cartilla 3, sobre el resguardo muinane, del Predio Putumayo, se cuenta que la chicharra se utiliza para curar al niño gago (que tartamudea), la chicharra no lo pica, pero lo asusta; tiene que volar, si no vuela, tienen que traer otra para que el niño hable rápido.

También se dice que la hormiga conga fue castigada por burlarse de la hija de Royima (Padre Creador), y por todo el dolor que le causa a las personas con su picadura. Con el nido de hojarasca que construye la conga del sol –variedad que vive en un árbol– se prepara un remedio para curar el ombligo de los recién nacidos: se tuesta y se le aplica sobre la herida.

Las principales amenazas para estos animales son la minería y las quemas, como lo indican las convenciones que acompañan los dibujos correspondientes.

En cuanto a las plantas, la yuca aparece como parte de los cultivos más importantes dentro de la chagra, pues es la especie más sembrada, diversa, usada y comercializada en sus dos variedades: dulce y amarga. En el contexto amazónico, su diversidad resulta de la dinámica interacción entre la biología de la planta y el conocimiento tradicional sobre el manejo de su cultivo.

Para presentar estos y otros aspectos asociados con dichas culturas, se realiza un trabajo interdisciplinar en el que participan biólogos, agrónomos y lingüistas, entre otros. Todos ellos intercambian información con los indígenas de los diferentes resguardos para crear los contenidos de las Guías.

El biólogo explica que “cada edición de las Guías corresponde a un resguardo diferente: las tres primeras abordan la tradición uitoto, del resguardo Andoque de Aduche; muinane, del resguardo de Villazul; y Predio Putumayo, que también es una comunidad muinane, pero de otro clan”.

“La producción de las Guías ha sido posible gracias al apoyo del Programa de Gestión de Proyectos del Área de Acompañamiento Integral de Bienestar de la UNAL Sede Bogotá, y de proyectos de los profesores Nubia Matta, Angie González, Consuelo de Vengoechea, Juan Echeverry y Johanna Soto, del Departamento de Biología y Antropología, y se seguirá avanzando para cubrir la mayor cantidad de resguardos del país”.

Recuerda además que “la iniciativa surgió cuando David Román, uno de mis compañeros de la UNAL, de ascendencia uitoto y hoy biólogo, me invitó a conocer a sus abuelos nativos en el Amazonas. Desde entonces hemos liderado la elaboración de las Guías, que queremos llevar impresas a las comunidades para que los niños y jóvenes tengan acceso a estos contenidos y puedan revalorar esos conocimientos”.

Leyendas, fichas taxonómicas de plantas y animales, además del vocabulario empleado por cada lengua indígena de esta zona del país, hacen que las Guías sean una completa recuperación de saberes y tradiciones, y además del estado de la biodiversidad en esta rica zona del país. Es un trabajo que también les deja satisfacciones tan grandes como el comentario de un abuelo, quien al ver la primera publicación les dijo que “por fin puedo mostrarle a mi nieta los animales del monte para que ella los dibuje”.