martes, 26 de noviembre de 2019

Melón sería más rentable con menos fertilización

Reducir en un 25 % el uso de fertilizante en este cultivo equivale a producir 68.906 kg/ha, con ingresos superiores a los 68 millones de pesos, mientras que aplicando el 100 % convencional, los ingresos no llegarían a 62 millones, aunque la producción sería de 88.026 kg/ha.

En Colombia 13 departamentos son productores melón
Así lo estableció Alejandro Bonilla Sánchez, magíster en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, en un experimento realizado con diferentes niveles de fertilización, cuyo objetivo era establecer un plan nutricional adecuado y rentable para el cultivo de melón en el territorio geográfico del río Cauca.

El estudio, además de determinar los requerimientos nutricionales y el comportamiento de absorción de elementos fundamentales (nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y magnesio) en cultivos de melón, también buscaba beneficiar a pequeños agricultores mediante conocimientos y herramientas con respecto al aumento de la producción de frutos, y por ende de sus ingresos económicos.


El experimento se realizó en el municipio El Cerrito (Valle del Cauca) con base en un diseño de cinco tratamientos y cuatro repeticiones, para un total de 20 unidades experimentales de 3 x 4 m, con 25 plantas por unidad. En el primer tratamiento no se aplicó fertilización, en el segundo se utilizó la dosis recomendada comercialmente (100 %), en el tercero se aumentó 25 % de esa dosis, en el cuarto se disminuyó 25 % y en el quinto se disminuyó 50 %.

Aunque el Valle del Cauca es considerado como uno de los principales cultivadores de melón (Cucumis melo) y presenta los mayores rendimientos nacionales alcanzando las 30,06 ton/ha según cifras de 2019 del Ministerio de Agricultura, es importante complementar el desarrollo de variedades con programas de fertilización ajustados a cada variedad y para condiciones agroecológicas específicas en cada región.



Infortunadamente en la producción de melón en Colombia se viene excediendo la aplicación de fertilizantes, lo cual es ineficiente e insostenible, al extremo de que el “70 % de las aplicaciones de nitrógeno y el 75 % de fósforo se pierden al fijarse en el suelo”, según reportes de 2013 consultados por el investigador Bonilla.
Ante el panorama, el investigador estableció los niveles adecuados de fertilización mediante un análisis de absorción por parte de la planta, lo que contribuiría al desarrollo de programas de nutrición específicos para la variedad Challenger (evaluada en esta investigación) dentro de las condiciones de cultivo comercial del municipio de El Cerrito (Valle del Cauca).




Uso eficiente de nutrientes
En el estudio se determinó que el promedio para todos los tratamientos fue de 18 kg de fruto fresco por 1 kg de potasio; 23,3 kg de melón por 1 kg de nitrógeno; 160,9 kg por 1 kg de magnesio; 12,9 kg por 1 kg de fósforo; 11,2 kg por 1 kg de azufre; y 2 kg de melón por 1 kg de calcio.
En el tratamiento que se aplicó 25 % menos de fertilizante convencional, la eficiencia de utilización de cada uno de los nutrientes estuvo por encima del promedio, a excepción del nitrógeno. Por otra parte, a medida que se incrementan los niveles de nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y magnesio, también aumenta el rendimiento del cultivo, aunque esto no significa que la rentabilidad sea mayor, pues intervienen otros costos como los asociados con el aumento de fertilizante.


En cuanto al espesor de la pulpa y la cáscara del fruto, estos no presentan diferencias muy significativas entre tratamientos, algo que sí ocurre con el peso del fruto, ya que con el tratamiento convencional más 25 % de la dosis de fertilizante alcanzó los 2,46 kg, mientras que el tratamiento con menos de 25 %, apenas llegó a 1,66 kg. Estos resultados, nuevamente, no se traducen en mayor rentabilidad, pues sigue siendo mejor para la economía de los agricultores aplicar 25 % menos del fertilizante.
De este modo, el tratamiento sin fertilización no tendría la capacidad de producir ni un solo fruto; el convencional produciría 88.026 kg/ha e ingresos por más de 61 millones de pesos; el convencional más 25 % alcanzaría 98.297 kg/ha con ingresos de 68,8 millones de pesos; el convencional menos 25 % obtendría 68.906 kg/ha e ingresos de poco menos de 69 millones de pesos; y el convencional menos el 50 % solo llegaría a 54.062 kg/ha con ingresos de 32 millones de pesos.
Se concluye, entonces, que en el tratamiento en que se disminuye el 25 % de fertilizante comercial es la mejor opción para los agricultores del municipio de El Cerrito (Valle del Cauca).

Fuente: Universidad Nacional -Palmira -colombia 

jueves, 14 de noviembre de 2019

Hongo letal, principal amenaza del banano Gros Michel en el Valle del Cauca


Buenas prácticas agrícolas, como cultivar el material vegetal registrado ante el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), ayudarían a los productores de banano Gros Michel en Sevilla, Caicedonia y Alcalá (Valle del Cauca- Colombia ) a combatir los efectos dañinos del hongo Fusarium oxysporum, causante de la marchitez, mal de Panamá o fusariosis.

Fusarium oxysporum le quita toda la vitalidad a las plantas de banano, volviéndose improductivas.


Diana Marcela Higuita Valencia, magíster en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, evidenció que en 19 de 33 fincas bananeras de dichos municipios vallecaucanos, Fusarium oxysporum, que ataca las raíces de las plantas, sigue siendo una de las principales preocupaciones de los productores de banano variedad Gros Michel.


A mediados del siglo XX dicho tipo de banano fue el más consumido en el mundo hasta que el devastador hongo lo dejó casi al borde la extinción. ¿Entonces por qué los agricultores del Valle del Cauca lo siguen cultivando? Los bananeros le contaron a la magíster que con Gros Michel tienen mejores ingresos, pues por su tamaño, aroma y sabor, es muy apetecido por los consumidores.


Según la investigadora, por esa razón centró su trabajo en corroborar la existencia de este hongo en los cultivos de la región a través de análisis de laboratorio y pruebas genéticas. Así, identificó la apariencia del microorganismo y realizó pruebas genéticas, comparando las 33 muestras tomadas del pseudotallo de las plantas colectadas en la zona de estudio con los datos almacenados en Genbank, el banco de datos de secuencias genéticas de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Los resultados permiten afirmar que “la marchitez por Fusarium sigue siendo una de las enfermedades más limitantes en la producción de banano en los municipios donde se realizó el muestreo”, asegura la  magíster Higuita.
Alternativas de manejo
Además de la identificación de la presencia de Fusarium oxysporum en las plantaciones de banano Gros Michel en Sevilla, Caicedonia y Alcalá, la investigación también evidenció que las fincas evaluadas suelen usar más productos químicos para el control de enfermedades y menos estrategias agroecológicas.
Al respecto, señala que en los dos casos, los campesinos no cuentan con un sistema eficaz para erradicar los daños producidos por Fusarium oxysporum raza 1, la más conocida.
Agrega que los pequeños agricultores del Valle del Cauca que todavía persisten en su actividad de sembrar esta variedad de banano como acompañante del café, que es su cultivo principal, afrontan un problema de contaminación casi imposible de erradicar.
Además utilizan materiales de siembra de otras fincas sin tener en cuenta que la dispersión de esta enfermedad a través del movimiento de material vegetal contaminado es precisamente uno de los medios de propagación más importante del hongo.
Advierte además que “la dificultad en el control del hongo aumenta cuando los campesinos no utilizan material vegetal de viveros registrados por las autoridades fitosanitarias, en este caso del ICA”.
Ante ese panorama, surgió la variedad Cavendish, más pequeña, menos sabrosa, pero con la capacidad de resistir la infección de Fusarium oxysporum raza 1. No obstante, la reciente aparición de la raza 4 del hongo también pone en riesgo las plantaciones de banano Cavendish.


La recomendación primordial es “usar material de propagación procedente de viveros registrados ante el ICA, desinfectar las herramientas de trabajo y avisar a las autoridades fitosanitarias ante la presencia de síntomas desconocidos”, comenta la investigadora, y agrega que, según las encuestas, los campesinos confunden los síntomas del mal de Panamá con otras enfermedades o deficiencias nutricionales del cultivo.


Los hallazgos de este trabajo son relevantes si se tiene en cuenta que  
a pesar del ataque de Fusarium oxysporum, Colombia sigue siendo el cuarto exportador mundial de banano y que este ocupa el tercer renglón de las exportaciones del sector agrario en Colombia, después del café y las flores.

Fuente : Universidad Nacional-Palmira -Colombia