lunes, 12 de diciembre de 2022

Sorprendente diversidad del coral encaje en el Gran Caribe

 El coral de encaje rosado es delicado y de colores brillantes, se agrupa en pequeñas colonias y suele habitar en zonas entre poco profundas y a más de 100 m. El género Stylaster tiene más de 90 especies en todo el mundo y pasa desapercibido para la mayoría de las personas, pero un nuevo estudio analizó su distribución y conexión poblacional –es decir cómo se relacionan– en las zonas del Atlántico tropical occidental (Caribe y Brasil) y oriental (África).

Además de su belleza, el coral de encaje rosado sirve como “vivienda” de varias especies marinas, como por ejemplo gusanos, estrellas de mar, erizos y peces. En conjunto, como parte de los arrecifes coralinos, el ecosistema protege las costas de la erosión y las tormentas, además de ser fuente de ingresos para las economías locales y proporcionan empleo a través de la pesca.

El 24 % de los arrecifes del mundo están en riesgo inminente de colapso debido a la presión humana, por el comercio mundial de coral para su uso en acuarios o como joyas.

Es así como las inadecuadas prácticas de manejo de la tierra, como la liberación de sedimentos, nutrientes y contaminantes en los océanos, están haciendo daños irreparables en el frágil ecosistema del arrecife.

La profesora Luisa Dueñas, de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotá, menciona que “consideramos importante basar nuestra investigación en el estudio del coral de encaje, ya que, aunque es diverso, se conoce poco de la distribución de sus poblaciones y la relación entre ellas”.

Para la investigación, mediante buceo técnico se recolectaron 157 muestras del coral Stylaster roseus en el Gran Caribe, con localidades en Belice, la Colombia oceánica (San Andrés, Providencia, Roncador, Serrana) y continental (Cartagena, Parque Nacional Natural Corales de Profundidad), en Curazao, Trinidad y Tobago y Grenada, y en el Atlántico occidental de Brasil (Rocas, Noronha, Pernambuco, Bahía).

También se recogieron 28 muestras del coral Stylaster blatteus en el golfo de Guinea (Príncipe, São Tomé) en África para saber cómo se relacionaban estas dos especies”, menciona la bióloga Dueñas.


“Las muestras se preservaron en etanol o soluciones salinas, para después procesarlas en el laboratorio. Luego se extrajo el material genético o ADN, y en este caso usamos una región de la mitocondria ya que es suficientemente variable para brindarnos información sobre las relaciones de los individuos dentro y entre poblaciones, así como la historia ancestral de la especie”, explica.

Posible nueva especie

A partir de la información genética de las muestras recolectadas en África Probó que, en efecto, S. blatteus es una especie diferente a la que habita en el Atlántico occidental (S. roseus).

Por otro lado, para la especie S. roseus del Atlántico occidental se evidenció una separación de las muestras del Caribe y de Brasil, que sugiere hallazgo de una nueva especie.

“El tiempo de separación de las muestras del Caribe y Brasil concuerda con el inicio del flujo del río Amazonas hacia el Atlántico, lo que probablemente contribuyó a separar las poblaciones de este coral y generar una barrera que evita el intercambio genético. Por lo tanto, es necesario hacer estudios morfológicos adicionales para confirmar el hallazgo de la nueva especie”, resalta.

Así mismo, para las poblaciones del Caribe se encontró una diversidad muy alta y una estructura poblacional particular, debido a que las larvas de estas especies no viajan trayectos muy largos en el agua.

“Apenas nacen, se fijan y crecen en el mismo arrecife, esto hace que, a diferencia de sus primos, los corales duros, el coral encaje tenga poblaciones más cerradas y menos conectadas geográficamente con otras ”, afirma la investigadora.

Este estudio es una herramienta útil para conservar las especies, porque demuestra que pueden vivir, permanecer, reproducirse y multiplicarse en el lugar donde se encuentran trayendo un gran beneficio al ecosistema y a la comunidad.

Además, es importante “porque les permite a los decisores tener conciencia y diseñar planes a favor de la conservación de la especie, pues entienden que las poblaciones del coral encaje son mucho más vulnerables que otras especies de coral. También para poner en marcha planes de manejo efectivos, es necesario tener en cuenta las particularidades de los organismos que habitan en el arrecife”.

Esta publicación es producto de una colaboración interinstitucional y binacional entre Colombia y Brasil.

 






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