La hojarasca, esa misma que utilizó como metáfora en una de sus obras el Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, retorna importantes nutrientes al bosque seco tropical -localizado entre los 0-1000 metros sobre el nivel del mar-, ecosistema del que queda menos del 8 % de los 9 millones de hectáreas que tenía su cobertura original. En cuatro departamentos del país, bosques de, entre 6 a 50 años, demostraron que, en la medida en que sean más longevos, producen mayor cantidad de estas valiosas hojas.
La investigación evidenció también que durante la época
seca, los nutrientes tienen un efecto importante sobre la producción de
hojarasca, debido a que el suelo en dicha temporada, genera un ambiente que
ayuda a tolerar el estrés que se da por la sequía.
Agrega que, “cuando llega la temporada de lluvia, nutrientes
como el carbono, nitrógeno y fósforo que estaban inmovilizados con la sequía,
empiezan, de manera progresiva, a ser liberados en el ambiente, dándole
continuidad al ciclo del ecosistema”.
Los bosques viejos o maduros, a diferencia de los jóvenes,
tienen menor radiación al igual que temperatura, y se le atribuye una mayor
humedad.
Por su franja altitudinal y por la fertilidad de sus suelos,
en el ecosistema de bosques secos tropicales se han establecido ciudades como
Cali, Cartagena, Barranquilla o Sincelejo, lo cual ha impactado de manera
significativa en la reducción de su cobertura. A esto se suma la intervención
de prácticas agropecuarias y la minería.
En Colombia este tipo de bosques están distribuidos en sus
seis regiones, y se caracterizan por tener una marcada estacionalidad de épocas
de sequía y de lluvias, es por ello que fauna y flora ha tenido que adaptarse
al déficit de agua o estrés hídrico.
Precisamente, la pérdida de hojas que da origen a la
hojarasca, es una estrategia que utiliza la vegetación para sobrevivir ante
largos periodos de dichas condiciones.
Monitoreo y análisis
La investigación se apoyó en cuatro plataformas con bases de
datos. Entre ellas, la del Instituto de Recursos Biológicos Alexander von
Humboldt que preserva información sobre la hojarasca, los nutrientes del suelo
y el clima, de 48 parcelas de bosques secos tropicales en el país.
Vale destacar que esta investigación está enmarcada en el
proyecto “Evaluación de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos del
bosque seco tropical”, dirigido por la profesora Beatriz Salgado de la Facultad
de Ciencias de la UNAL y liderado por el Instituto Humboldt.
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