jueves, 13 de abril de 2023

Ocho virus vegetales atacan papa Diacol Capiro y criolla Colombia

 Los virus X, Y, V, S, B, del amarillamiento de las venas, del enrollamiento de la hoja y mop-top de la papa, fueron identificados en material certificado y no certificado de dichas variedades del tubérculo producidas en Antioquia y la región cundiboyacense. Para evitar los efectos negativos en la producción y en rentabilidad agrícola, se recomienda revisar y actualizar el proceso de certificación de material de siembra, mediante métodos de detección más sensibles.

En Colombia la papa genera más de 240.000 empleos indirectos, es decir que más de 100.000 familias dependen de este cultivo para su subsistencia.

Andrea Stefanía García Torres, magíster en Ciencias - Biotecnología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, explica que, “pese a su importancia económica y alimentaria, la papa afronta dificultades derivadas de plagas y enfermedades como la polilla guatemalteca, el gusano blanco, hongos y virus, estos dos últimos muy difíciles de manejar porque gran parte de su taxonomía o clasificación se desconoce, presentan alta variación genética y no son fáciles de detectar de manera oportuna, entre otros aspectos”.

El trabajo de investigación, asociado con los grupos de investigación Biotecnología Microbiana y Biotecnología Vegetal, evaluó la presencia de 8 virus de ARN en material de siembra certificado y no certificado, mediante técnicas moleculares como reacción en cadena de polimerasa (PCR) convencional, PCR en tiempo real y secuenciación de alto rendimiento (HTS), el cual es mucho más potente porque permite ensamblar y obtener genomas conocidos y nuevos.

El “material de siembra certificado” se refiere a las semillas generadas en laboratorio o en condiciones controladas, y provienen de procesos que aseguran la producción de cultivos libres de organismos patógenos, es decir que cuentan con alta calidad fitosanitaria.

Por el contrario, el “material no certificado” hace referencia a semillas que no cumplen con la normatividad vigente, como por ejemplo aquellas que el mismo agricultor conserva de cultivos anteriores.

“En ambos tipos encontramos altos niveles de infección viral. Hasta ahora en el país se habían detectado 8 virus en cultivos de papa, y nosotros identificamos la presencia de todos ellos en Antioquia y la sabana cundiboyacense”, anota la investigadora.

Además, por medio de esta secuenciación se hizo el primer posible registro en Colombia del virus D de la necrosis del tabaco (Tobacco necrosis virus D - TNV - D), el cual está asociado con enfermedades que afectan la papa, y fue reportado antes en Europa.

Los síntomas de los virus se pueden confundir con deficiencias nutricionales y otras enfermedades, pues afectan el vigor de la planta y generan malformaciones, enanismo, amarillamiento de las hojas –cuando falta la clorofila (clorosis)– y necrosis o marchitamiento, entre otros.

“Los virus vegetales tienen una particularidad importante, y es que su transmisión suele ser muy compleja. Ellos no buscan acabar de inmediato con su hospedante sino convivir con él el mayor tiempo posible para replicarse y pasar a nuevas generaciones e incluso a otros cultivos”.

“En este sentido, recomendamos revisar y actualizar el proceso de certificación de material de siembra de Diacol Capiro y criolla Colombia empleando métodos de detección más sensibles. Aunque la prueba ELISA es el método con el que se suelen diagnosticar las semillas, este no identifica la presencia de virus de manera adecuada. Si bien consumir los virus no afecta a los humanos, estos sí podrían generar bajos rendimientos y pérdidas económicas”, anota la magíster.

¿Quimioterapia para plantas de papa?

Otro aporte de la investigación es la posibilidad de tratar las plantas infectadas. En laboratorio se sometieron plántulas a termoterapia, es decir al aumento de la temperatura –entre 35 y 38 °C– para determinar si la presencia del virus disminuía; también a quimioterapia, es decir a antivirales –ribavirina en este caso– aplicados directamente en el medio de cultivo.

“Comprobamos que concentraciones de 50 partes por millones (ppm) del antiviral pueden ser suficientes, porque más de esta cantidad –como también pasa con la temperatura– puede matar las plántulas. Para próximos estudios recomendamos combinar estas y otras técnicas”.

Así mismo, se determinó que para alcanzar un 90 % de precisión en la detección de virus, y no tener falsos positivos o falsos negativos, es necesario evaluar al menos 3 tubérculos por lote y 3 brotes por tubérculo.

“Esta metodología de revisión mediante técnicas moleculares puede y debe ser aplicada a otros cultivares de papa en Colombia, ya porque es muy importante que al menos el material certificado no tenga estas fallas”, concluye la magíster García.







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