La vitamina B1 sería efectiva para combatir el hongo Fusarium oxysporum, causante de la marchitez vascular, una de las principales amenazas de la flor de mayor exportación nacional. Los resultados de una investigación de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) evidencian que la tiamina se podría utilizar como alternativa para controlar esta enfermedad.
El investigador Walter Hernando Pérez Mora, químico y
estudiante del Doctorado en Ciencias - Química de la UNAL, centró su
investigación en el estudio de alternativas al control integral a este
patógeno, trabajo dirigido por los profesores Luz Marina Melgarejo y Harold
Duván Ardila Barrantes, en colaboración con académicos de la Universidad
Militar Nueva Granada y de la Universidad de Córdoba (España).
Una alternativa al uso de plaguicidas
El hongo Fusarium oxysporum es uno de los
principales desafíos para los cultivadores de claveles en Colombia, ya que
puede causar pérdidas del 50 o 60 % de la producción. Este hongo se
propaga por el suelo y se activa desde las raíces interrumpiendo el paso de
agua y nutrientes a la flor, lo que puede causar la marchitez vascular y la
pudrición basal, es decir que afecta tanto el tallo como las hojas de la
planta.
Según Asocolflores, Colombia es líder mundial en la
exportación de claveles. En 2023 se exportaron más de 48.000 toneladas a países
como Estados Unidos, Japón, Holanda, Polonia y España, que representaron 285
millones de dólares para el país.
Tradicionalmente el control de este patógeno se ha basado en
el uso intensivo de plaguicidas, una práctica no solo costosa, sino que además
presenta riesgos significativos para el medioambiente y la salud humana.
La investigación del químico Pérez se enfoca en una solución
más sostenible: activar el sistema inmunológico de la planta mediante el uso de
tiamina, una vitamina comúnmente consumida por los humanos que ha demostrado
ser efectiva en la inducción de resistencia en los claveles, y es
toxicológicamente segura.
“En fitopatología la enfermedad no es lo normal, la
enfermedad es una excepción a la regla, esto se da porque las plantas tienen un
sistema inmunológico tan efectivo que solo los patógenos que han tenido un
proceso de evolución junto con la planta logran realmente afectarla. Es el caso
de F. oxysporum contra clavel, si se da la interacción
puede ser devastador para el cultivo”, sostiene el investigador Pérez.
Resultados alentadores y proyecciones futuras
Aunque los ensayos iniciales se han realizado en condiciones
controladas de vivero, el siguiente paso es ampliar las pruebas a cultivos en
campo. Los hallazgos representan un avance hacia un manejo más responsable y
efectivo de los patógenos en la agricultura, alineado con los objetivos de
sostenibilidad.
Además, esta vitamina ofrecería una alternativa más
económica y segura que los plaguicidas y contribuye a generar propuestas de un
manejo integral de la enfermedad con un enfoque en la sostenibilidad ambiental,
ya que minimiza la contaminación del aire, el suelo, y el agua, lo que
representa un beneficio para las comunidades rurales que dependen de la
producción de claveles en Colombia, incluyendo a miles de mujeres campesinas.
Este hallazgo ha despertado un gran interés en el sector
floricultor, pues un cultivo se podría perder completamente si es afectado por
la enfermedad, que desde hace décadas se busca cómo combatirla.
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