sábado, 14 de septiembre de 2024

Con tiamina se combatiría la principal enfermedad de los cultivos de clavel

 La vitamina B1 sería efectiva para combatir el hongo Fusarium oxysporum, causante de la marchitez vascular, una de las principales amenazas de la flor de mayor exportación nacional. Los resultados de una investigación de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) evidencian que la tiamina se podría utilizar como alternativa para controlar esta enfermedad.

El investigador Walter Hernando Pérez Mora, químico y estudiante del Doctorado en Ciencias - Química de la UNAL, centró su investigación en el estudio de alternativas al control integral a este patógeno, trabajo dirigido por los profesores Luz Marina Melgarejo y Harold Duván Ardila Barrantes, en colaboración con académicos de la Universidad Militar Nueva Granada y de la Universidad de Córdoba (España).

Una alternativa al uso de plaguicidas

El hongo Fusarium oxysporum es uno de los principales desafíos para los cultivadores de claveles en Colombia, ya que puede causar pérdidas del 50 o 60 % de la producción. Este hongo se propaga por el suelo y se activa desde las raíces interrumpiendo el paso de agua y nutrientes a la flor, lo que puede causar la marchitez vascular y la pudrición basal, es decir que afecta tanto el tallo como las hojas de la planta.

Según Asocolflores, Colombia es líder mundial en la exportación de claveles. En 2023 se exportaron más de 48.000 toneladas a países como Estados Unidos, Japón, Holanda, Polonia y España, que representaron 285 millones de dólares para el país.

Tradicionalmente el control de este patógeno se ha basado en el uso intensivo de plaguicidas, una práctica no solo costosa, sino que además presenta riesgos significativos para el medioambiente y la salud humana.

La investigación del químico Pérez se enfoca en una solución más sostenible: activar el sistema inmunológico de la planta mediante el uso de tiamina, una vitamina comúnmente consumida por los humanos que ha demostrado ser efectiva en la inducción de resistencia en los claveles, y es toxicológicamente segura.

“En fitopatología la enfermedad no es lo normal, la enfermedad es una excepción a la regla, esto se da porque las plantas tienen un sistema inmunológico tan efectivo que solo los patógenos que han tenido un proceso de evolución junto con la planta logran realmente afectarla. Es el caso de F. oxysporum contra clavel, si se da la interacción puede ser devastador para el cultivo”, sostiene el investigador Pérez.

Resultados alentadores y proyecciones futuras

Mediante técnicas avanzadas como la proteómica –que estudia las proteínas a gran escala– y la metabolómica, que hace referencia al análisis de las pequeñas moléculas encargadas de los procesos bioquímicos en la célula, conocidas como metabolitos, el equipo de investigación comprobó que la tiamina no solo aumenta las defensas naturales de la planta con proteínas, sino que además promueve la producción de compuestos antioxidantes como los flavonoides, que protegen las células vegetales del daño.

Aunque los ensayos iniciales se han realizado en condiciones controladas de vivero, el siguiente paso es ampliar las pruebas a cultivos en campo. Los hallazgos representan un avance hacia un manejo más responsable y efectivo de los patógenos en la agricultura, alineado con los objetivos de sostenibilidad.

Además, esta vitamina ofrecería una alternativa más económica y segura que los plaguicidas y contribuye a generar propuestas de un manejo integral de la enfermedad con un enfoque en la sostenibilidad ambiental, ya que minimiza la contaminación del aire, el suelo, y el agua, lo que representa un beneficio para las comunidades rurales que dependen de la producción de claveles en Colombia, incluyendo a miles de mujeres campesinas.

Este hallazgo ha despertado un gran interés en el sector floricultor, pues un cultivo se podría perder completamente si es afectado por la enfermedad, que desde hace décadas se busca cómo combatirla.






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