Identifican variabilidad genética de guadua
Las variantes estudiadas fueron: Angustifolia, Bicolor y
Nigra, a partir de siete muestras tomadas en Caldas, Risaralda, Quindío y el
norte del Valle del Cauca, más otras cinco de los municipios de Pacho, Villeta
y Guaduas, en Cundinamarca, ofrecidas por Lucía Ana Díaz, investigadora de la
Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.
Las hojas fueron llevadas al laboratorio de Biología Molecular de la Universidad Nacional de Colombia Sede Palmira, donde se les realizó un análisis de ADN a través del método de marcadores moleculares RAMS (Random Amplified Microsatellites), que permitió identificar si las muestras comparten información genética más allá de su proximidad geográfica o no.
Una de las conclusiones del estudio fue que hay diversidad genética no sólo entre los departamentos analizados, sino también dentro de ellos; además, se menciona que la estructura genética se conserva de acuerdo con el origen, es decir, con las zonas donde se han desarrollado.
Adicionalmente, según la hipótesis del doctor en Ciencias Agrarias de la Sede Palmira, Jaime Eduardo Muñoz, decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, se comprobó que la variabilidad y viabilidad genéticas están determinadas por sus semillas, que se ven favorecidas sobre todo cuando las guaduas nacen cerca de los ríos u otras fuentes hídricas.
También, se quería indagar sobre la guadua entre muchas razones porque “los estudios realizados por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) en el Eje Cafetero, habían arrojado resultados de variabilidad genética dentro de la región, entonces quisimos saber si entre las dos regiones también existía dicha posibilidad”, menciona la investigadora Paula Andrea Rugeles.
Este trabajo parte del proyecto “Diversidad genética y estructura poblacional de Guadua angustifolia en Cundinamarca y el Eje Cafetero”, presentado por la académica desde el Grupo de Investigación en Diversidad Biológica de la U.N. Sede Palmira.
No obstante, en el departamento de Quindío y en el municipio de Villeta (Cundinamarca), se detectó heterogeneidad genética, es decir que las características de la guadua permanecen “puras”.
Lo anterior porque no ha habido contacto de las guaduas de una zona con otra en su misma región, lo que aparentemente ha conservado sus características propias.
La iniciativa surge de un macroproyecto financiado por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), del cual se derivaron otros trabajos que permitieron consolidar una tesis de doctorado, dos de maestría y dos de pregrado de la U.N. Sede Palmira.
Al respecto, comenta la investigadora que “lo nuevo del proyecto es que se distancia de otros trabajos que han hecho análisis desde metodologías diferentes a las del RAMs”.
Así mismo, comentó que como el estudio se ha realizado en zonas altas de algunos lugares del país, el próximo objetivo es adelantarlo en zonas del Valle del Cauca.
El trabajo fue apoyado por la experiencia y los conocimientos sobre la guadua de la investigadora Ximena Londoño, integrante de la Sociedad Colombiana de Bambú y del Grupo de Investigación en Diversidad Biológica de la U.N. Sede Palmira.
Los aportes de la guadua son variados, según la experta Londoño, pues además de ser considerada oro verde por sus beneficios ambientales al proteger las fuentes hídricas, en lo social genera empleo e impacta otra dinámica productiva, como la elaboración de artesanías.
Colombia posee 18 géneros de guadua y 102 especies, de las cuales 24 son endémicas, es decir que son propias de Colombia y no existen en otras partes del mundo.
Las hojas fueron llevadas al laboratorio de Biología Molecular de la Universidad Nacional de Colombia Sede Palmira, donde se les realizó un análisis de ADN a través del método de marcadores moleculares RAMS (Random Amplified Microsatellites), que permitió identificar si las muestras comparten información genética más allá de su proximidad geográfica o no.
Una de las conclusiones del estudio fue que hay diversidad genética no sólo entre los departamentos analizados, sino también dentro de ellos; además, se menciona que la estructura genética se conserva de acuerdo con el origen, es decir, con las zonas donde se han desarrollado.
Adicionalmente, según la hipótesis del doctor en Ciencias Agrarias de la Sede Palmira, Jaime Eduardo Muñoz, decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, se comprobó que la variabilidad y viabilidad genéticas están determinadas por sus semillas, que se ven favorecidas sobre todo cuando las guaduas nacen cerca de los ríos u otras fuentes hídricas.
También, se quería indagar sobre la guadua entre muchas razones porque “los estudios realizados por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) en el Eje Cafetero, habían arrojado resultados de variabilidad genética dentro de la región, entonces quisimos saber si entre las dos regiones también existía dicha posibilidad”, menciona la investigadora Paula Andrea Rugeles.
Este trabajo parte del proyecto “Diversidad genética y estructura poblacional de Guadua angustifolia en Cundinamarca y el Eje Cafetero”, presentado por la académica desde el Grupo de Investigación en Diversidad Biológica de la U.N. Sede Palmira.
No obstante, en el departamento de Quindío y en el municipio de Villeta (Cundinamarca), se detectó heterogeneidad genética, es decir que las características de la guadua permanecen “puras”.
Lo anterior porque no ha habido contacto de las guaduas de una zona con otra en su misma región, lo que aparentemente ha conservado sus características propias.
La iniciativa surge de un macroproyecto financiado por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), del cual se derivaron otros trabajos que permitieron consolidar una tesis de doctorado, dos de maestría y dos de pregrado de la U.N. Sede Palmira.
Al respecto, comenta la investigadora que “lo nuevo del proyecto es que se distancia de otros trabajos que han hecho análisis desde metodologías diferentes a las del RAMs”.
Así mismo, comentó que como el estudio se ha realizado en zonas altas de algunos lugares del país, el próximo objetivo es adelantarlo en zonas del Valle del Cauca.
El trabajo fue apoyado por la experiencia y los conocimientos sobre la guadua de la investigadora Ximena Londoño, integrante de la Sociedad Colombiana de Bambú y del Grupo de Investigación en Diversidad Biológica de la U.N. Sede Palmira.
Los aportes de la guadua son variados, según la experta Londoño, pues además de ser considerada oro verde por sus beneficios ambientales al proteger las fuentes hídricas, en lo social genera empleo e impacta otra dinámica productiva, como la elaboración de artesanías.
Colombia posee 18 géneros de guadua y 102 especies, de las cuales 24 son endémicas, es decir que son propias de Colombia y no existen en otras partes del mundo.
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