miércoles, 10 de marzo de 2021

Identifican bacterias que atacan a la violeta de los Alpes

 Dickeya solani, Pectobacterium atrosepticum y Pseudomonas asplenii son los nombres científicos reportados por primera vez en Colombia de estos microorganismos, que conforman un complejo bacteriano asociado con la enfermedad conocida como pudrición blanda bacteriana de ciclamen o violeta de los Alpes, una de las plantas de vivero que más se comercializa en el país.

La enfermedad de la pudrición blanda bacteriana de ciclamen es un problema fitosanitario que ocasiona pérdidas del 20 % en producción en el mundo, incluyendo los viveros colombianos donde se desconocían hasta ahora sus agentes causales y síntomas.

John Alexander Rodríguez Parra, magíster en Ciencias Agrarias de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), explica que “el ciclamen presenta un tallo modificado en forma de disco aplanado, llamado cormo o tubérculo, del cual emergen sus hojas y flores agrupadas en racimos o coronas”, y es precisamente hacia este órgano que se enfilan los ataques de dichas bacterias.

La pudrición blanda bacteriana presenta seis síntomas: marchitez generalizada; cormo blando; presencia de líquido o exudado bacteriano; pudriciones de los peciolos y pedúnculos; pudriciones blandas necróticas en peciolos y pedúnculos; y pudrición blanda de raíces que causa la muerte de la planta.

“No todos los síntomas se manifiestan al mismo tiempo”, agrega la profesora Adriana González Almario, de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNAL, quien dirigió la investigación del magíster Rodríguez, y destaca también que la confirmación de sus síntomas es otro aporte del trabajo.

Incertidumbre sobre el cultivo

En San Antonio del Tequendama (Cundinamarca), cerca del 20 % de su actividad agrícola se centra en la producción de plantas ornamentales de vivero o de maceta, cuyo punto principal de distribución para el territorio nacional se encuentra en la plaza de Paloquemao, en Bogotá.

En 2015, la producción de ciclamen se vio afectada por la presencia de síntomas asociados con la pudrición blanda bacteriana. En medio de la incertidumbre por el futuro del cultivo, los viveristas buscaron el apoyo de los expertos de la Universidad de Cundinamarca, quienes, en una primera aproximación mediante una tesis de grado, identificaron un tipo de bacterias que ataca a las plantas.

Posterior a esto, entre 2018 y 2019, y de manera conjunta con la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNAL, se amplió el espectro de la investigación mediante un número de visitas a los viveros de producción y comercialización para profundizar en las características de la enfermedad.

La profesora Paola Moreno, de la Universidad de Cundinamarca, menciona que lo importante era llegar al detalle de la enfermedad, es decir, identificar con precisión al agente causal, ya que “si desconocemos el enemigo a tratar no podremos hacer un manejo óptimo”.

Señala que en la región de San Antonio los productores suelen hacer un control químico, sobre todo enfocado en hongos, lo cual resulta ineficaz, puesto que “es un complejo conformado por bacterias, por lo que el uso de productos químicos no solo es contaminante y costoso, sino innecesario”.

Aislando bacterias

En la investigación se seleccionaron 12 plantas enfermas para describir los síntomas, realizar los aislamientos de las partes afectadas y de las bacterias e identificar los diferentes aspectos de la enfermedad.

A partir de cormos peciolos y pedúnculos afectados en diferentes etapas, se obtuvieron 80 aislamientos bacterianos agrupados en 47 morfotipos diferentes.

Así se determinó que el progreso de la enfermedad inicia desde el cormo y avanza hacia los diferentes órganos de la planta, hasta causarle la muerte.

También demostró la presencia de Dickeya solaniPectobacterium atrosepticum Pseudomonas asplenii, agentes responsables de la enfermedad.

D. solaniP. atrosepticum P. asplenii fueron aisladas de síntomas de raíces blandas. P. asplenii, de síntomas de peciolos y pedúnculos blandos; mientras que D. solani fue aislada de todos los síntomas característicos de la pudrición blanda bacteriana de ciclamen.

Viveristas, economía activa

En Colombia, la venta de plantas de vivero tiene un valor del mercado de exportación aproximadamente 20 millones de dólares y un mercado nacional de 180.000 millones de pesos.

Se estima que su producción ocupa alrededor de 1.950 hectáreas e involucra a más de 3.000 productores y 35.000 familias rurales, que dependen económicamente de esta actividad.

Según la Asociación Colombiana de Viveristas y Productores de Ornamentales (Colviveros), Cundinamarca es el departamento con mayor área de producción de plantas de vivero, con cerca de un 65 % del área total.







No hay comentarios:

Publicar un comentario