Investigadores del Departamento de Ciencias Forestales de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín y el Grupo de Investigación Oceánicos, de la Facultad de Minas, han analizado variaciones de manglares y vegetación costera para identificar amenazas hacia el futuro con base en la respuesta a los cambios del pasado.
La profesora Ligia Estela Urrego Giraldo, del Departamento
de Ciencias Forestales, afirma que “las transformaciones de los manglares
provocadas por actividad humana (antrópicas) son importantes porque modifican
la estructura de la vegetación y con ello las condiciones de luz, que afecta la
distribución y composición de los manglares”.
Destaca además que en el Caribe colombiano se presenta una
variedad importante de ambientes para los manglares. A nivel regional está dada
por la distribución y cantidad de la precipitación: desde La Guajira una menor
y una estación seca muy prolongada, hasta el Golfo de Urabá, donde no hay
déficit de lluvia.
“Al analizar los cambios se debe tener en cuenta la
dominancia de las especies. Así, el mangle negro (Avicennia germinans)
es más tolerante a la salinidad porque tiene la capacidad de expelerla por las
hojas, mientras que el mangle rojo (Rhizophora mangle) soporta mayores
niveles de inundación y energía del oleaje, gracias a sus raíces aéreas que
sostienen los árboles, y por eso funcionan como barrera de protección”, explica
la docente.
El mangle blanco (Laguncularia racemosa) y el
mangle negro tienen raíces especializadas llamadas neumatóforos que funcionan
como mecanismos para respirar, pero no aguantan altos niveles de
inundación.
Los investigadores analizaron diferentes secciones
distribuidas a lo largo del Caribe colombiano –incluyendo la isla de San
Andrés–, lo que les ha permitido determinar que la vegetación de estos
ecosistemas en La Guajira es más baja y presenta menores valores estructurales
que los de Urabá y San Andrés.
Estos hallazgos han sido posibles gracias a los análisis
multivariados realizados con datos florísticos de manglares de los tres sitios.
En los bordes de Urabá hay una alta disponibilidad de agua
dulce, lo que los hace más diversos, en especial a aquellos que limitan con el
bosque inundado aluvial. En cambio en La Guajira, con la estación seca
prolongada, la diversidad es muy baja y se encuentran bosques dominados por una
de las tres especies, o, en las mejores condiciones, de las tres.
La profesora Urrego agrega: “hemos visto patrones muy
similares en otras partes que están dominadas por otras especies. En San Andrés
hay manglares muy distintos cuyas diferencias en la composición están dadas
precisamente por el manglar vecino. Eso es un principio de la macroecología que
ayuda a entender que, donde se mejoran las condiciones para unos, entran a
participar otras especies que toleran inundación”.
Comportamiento ante fenómenos como El Niño
Entre los hallazgos recientes del Grupo de Investigación
Oceánicos se encuentra la respuesta cíclica de los manglares al fenómeno de El
Niño y a las sequías.
Mediante el análisis de los índices de vegetación y polen
fósil se halló que los manglares de borde toleran sequías de corta duración
como las asociadas con este fenómeno, gracias a las raíces profundas y a la
mayor oxigenación y disponibilidad de nutrientes, que generan el descenso en el
nivel de inundación.
Sin embargo, en sequías más prolongadas como las registradas
hace más de 2.500 años el manglar estuvo dominado por mangle negro y no
por mangle rojo.
Según la experta, este cambio de composición florística
también se ha observado por efecto de las actividades humanas (antrópicas) que
alteran la dinámica de los sedimentos, tales como la desviación del cauce del
río Turbo, que incrementó la deposición de arenas y generó el reemplazo del
mangle rojo por mangle negro, más tolerante a condiciones ambientales más
drásticas.
La profesora Urrego ofreció los resultados del arduo trabajo
de investigación realizado por expertos de la UNAL Sede Medellín a través de su
ponencia “Manglares: características y variabilidades”, presentada en el
encuentro “Unidos por los manglares”, organizado por la Secretaría de Ambiente
y Sostenibilidad de la Gobernación de Antioquia.