miércoles, 2 de noviembre de 2022

Hormigas, arañas y cucarrones, socios de los caficultores en el control de la broca

 Investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira y de la Universidad de Wageningen (Países Bajos) están recorriendo varias fincas de los municipios de Sevilla y Tuluá (Valle del Cauca) para tomar muestras de las comunidades de insectos que habitan en los cafetos y que se alimentan de la broca, diminuto bicho del tamaño de la cabeza de un alfiler, capaz de arrasar con cultivos enteros.

Según el equipo de expertos, el objetivo es encontrar alternativas al uso de los insecticidas para el control de Hypothenemus hampei,insecto conocido como broca, barrenador o gorgojo del café, la plaga más importante que afecta los cafetales no solo de Colombia sino de casi todos los países productores, causando pérdidas cuantiosas. En el país se calcula que la afectación ha llegado a superar las 900.000 hectáreas de cultivos.

La bióloga Natalia Moreno Ramírez, estudiante del Doctorado en Entomología de la UNAL Sede Palmira, menciona que “la misma naturaleza ofrece potenciales controladores de la broca; existen artrópodos como hormigas, arañas, cucarrones y avispas que se alimentan y la parasitan, lo cual disminuiría el uso de plaguicidas, que además de afectar los ecosistemas reduce la calidad de los cafetos”.

“Hay depredadores generalistas como las hormigas que han sido estudiados y que pueden llegar a ser muy importantes para el control de esta plaga”, explica la estudiante.

Agrega: “queremos analizar cómo se componen estas comunidades de enemigos naturales y qué prácticas agrícolas los afectan, además de identificar sus depredadores y parasitoides predominantes en la diversidad de ecosistemas cafeteros que se pueden encontrar en el Valle del Cauca”.

Como parte del estudio, dirigido por los profesores Marcel Dicke y Felix Bianchi, de la Universidad de Wageningen, y María Manzano, de la UNAL Sede Palmira, quienes cuentan con el apoyo de la Federación Nacional de Cafeteros del Valle del Cauca, se ha realizado una revisión y análisis bibliográfico de estudios sobre los insectos que pueden ser depredadores de broca.

También se están evaluando los niveles actuales de infestación en los cafetales y caracterizando las muestras de la comunidad de insectos en fincas productoras de los municipios de Sevilla y Tuluá, a fin de determinar el porcentaje de la enfermedad en cultivo, conocer la diversidad de insectos, y hacer la identificación y clasificación taxonómica.

Los investigadores cuentan con estudios iniciales en control biológico por conservación de la broca, adelantados por otros investigadores, que dieron cuenta de que depredadores generalistas como las hormigas, que han sido estudiados, pueden llegar a ser muy importantes para el control de la broca.

De igual manera, están realizando experimentos directos en cultivos de café, en donde ubican trampas atrayentes para los insectos depredadores y hacen estudios de comportamiento, biología y ecología.

Caficultores no la ven como enemiga

En el estudio se ha conocido y analizado la percepción de los caficultores sobre la presencia y la acción de los insectos en sus cultivos, con el fin de que asimilen y tengan conciencia de que estos insectos enemigos naturales ayudan en el control de la broca y que van a reducir la aplicación indiscriminada de insecticidas y con ello preservar la flora, la fauna y los ecosistemas.

En este ejercicio se ha evidenciado que “los caficultores no perciben la broca como un riesgo inmediato, la asumen como algo de lo que deben preocuparse en verano, por lo cual no la monitorean ni se preparan”.

Según la bióloga Moreno, esta situación puede incrementar la susceptibilidad de la caficultura al ataque de la broca a largo plazo, en especial en un escenario de cambio climático”.

Sin embargo, explica que “en la actualidad hay una gran diversidad de prácticas frente al manejo de esta plaga, ya que algunos caficultores la controlan recolectando los frutos infestados (control cultural), otros no hacen nada frente a la plaga, y otro grupo aplica insecticidas como reacción al bajo precio que se les ofrece al vender el grano”.

La profesora María del Rosario Manzano menciona que “algunos agricultores tienen una percepción equivocada frente a los enemigos naturales, ya que hay insectos que ayudan a controlar plagas importantes en los cultivos y reducir los costos de su producción”.

Los resultados del trabajo servirán para diseñar estrategias de control biológico de plagas.

 









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