jueves, 4 de mayo de 2023

Cocadas y jabones artesanales, usos alternativos para el cacao de La Espriella (Tumaco)

 En esta vereda, ubicada a 30 minutos de Tumaco, 25 familias han aprendido a sacarle provecho a este fruto autóctono de América. La innovación social y el desarrollo sostenible han hecho posible que 11 emprendimientos le apuesten a la elaboración de jabones, cremas faciales y cocadas, entre otros productos con potencial económico. Este es uno de los resultados del proyecto “Cacaotiando Tumaco”, liderado por la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).

Uno de los retos de esta iniciativa es agregarle valor a la cadena del cacao de esta zona rural, haciendo que la población vuelva a ver este producto como una alternativa económica viable.

Aunque se encuentre ubicado en una esquina de Colombia, Tumaco no es ajeno a lo que pasa en el país y en el mundo. Por ejemplo, una de sus problemáticas recientes tiene que ver con el invierno que desde 2022 afecta muchas partes del territorio, lo cual impacta en el rendimiento del cacao, y de paso en el margen de ganancias. De hecho, el desbordamiento del río Caunapí, fuente de agua para la población de La Espriella, ha impactado en los cultivos.

A lo anterior hay que agregarle que el precio del cacao –como la mayoría de las materias primas agrícolas– depende de la oferta y la demanda; en este caso, como sucede con el café y el petróleo, Colombia también se rige por el precio de la Bolsa de Valores de Nueva York y Londres.

Precisamente, una de las consecuencias de la pandemia por COVID-19 ha sido el impacta en la variación del precio de este aromático fruto; a ello se agrega que Europa ha empezado a reducir su consumo, por lo que los principales países productores han tenido sobreproducción desde el periodo 2020-2021.

¿Y quién dijo que la única forma de comercializar el cacao es a través del chocolate? Un equipo de expertos de la UNAL se ha dado a la tarea de mostrarles a los cacaoteros de La Espriella toda la versatilidad que ofrece este cultivo.

De la cadena de producción de cacao se generan tres subproductos: el mucílago, la cáscara y la cascarilla. En Colombia se aprovecha solo el 20 % del fruto del cacao, y se estima que cada año se generan 43.940 toneladas de residuos agroindustriales de este cultivo.

El profesor William Vásquez Rodríguez, líder del proyecto “Cacaotiando Tumaco”, indica que “el fruto y sus residuos sirven como materia prima para elaborar productos cosméticos como jabones, cremas humectantes y labiales, entre otros, y en la industria alimentaria galletas y tortas”.

“Con la participación de un equipo interdisciplinario, esta iniciativa quiere devolverle al cacao de la región su papel protagónico para la comunidad, más allá del tema netamente económico, pues este representa un aspecto importante de sus saberes tradicionales, cuyas prácticas se resisten a desaparecer”, afirma el docente.


Agrega que “la agricultura es la base de la economía de los habitantes de esta región, y el cacao es el producto más reconocido; se cultiva en las fincas o en los patios de manera  tradicional, sin tecnificación agronómica como el uso de fertilizantes o la renovación de cacaotales envejecidos, entre otras prácticas que pueden mejorar la productividad de esta actividad, lo cual influye en la rentabilidad”.

“Aunque la manera orgánica de cultivar cacao no atenta contra el medioambiente, evitar que este se vea atacado por enfermedades puede tardar más de un año, lo que retrasa las cosechas”.

Así, estudiantes de secundaria de la Institución Educativa Nuestra Señora del Carmen San Bernardo de Espriella y miembros de sus familias aprendieron sobre el proceso productivo de crear los jabones artesanales a base de cacao mezclándolo con avena, manzanilla o caléndula; también sobre la transformación de esta materia prima en crema hidratante para la piel.

Algunas de estas iniciativas convertidas en emprendimientos llegaron hasta el IV Congreso Internacional de Innovación Social 2022, realizado en la UNAL Sede Manizales, donde las conocieron participantes del sector de innovación de España, Brasil y Uruguay.                                                    

De “Cacaotiando Tumaco” forman parte el Instituto de Estudios del Pacífico de la UNAL Sede Tumaco y el Grupo de Investigación en Artes, Educación y Cultura de la Facultad de Artes de la UNAL Sede Bogotá. Así mismo, cuenta con el apoyo de las egresadas en esta área Lisbeth Meneses, Ana María Segura y Jenny Bueno y 11 estudiantes del Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica (Peama) de la UNAL Sede Tumaco, y estudiantes de la Maestría en Educación Artística.








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