Aunque hasta ahora la reproducción de una especie silvestre de ñame que crece en Antioquia, Bolívar y Chocó era todo un misterio, un estudio apoyado en la IA reveló que, a diferencia de otros parientes que florecen entre abril y junio, esta planta lo hace todo el año, lo que facilita la polinización y su reproducción; además, con dicha tecnología se identificó su sexo con un 90 % de precisión, un aporte fundamental, ya que las flores masculinas y femeninas crecen en plantas separadas que deben coincidir para asegurar su reproducción.
Una de las principales dificultades para estudiar la
reproducción del género Dioscorea (familia Dioscoreaceae), al
que pertenece el ñame, es que sus flores son diminutas y similares entre sí, lo
que hace difícil distinguir entre machos y hembras a simple vista. En los
herbarios, donde las muestras están secas y prensadas, se pierden detalles
clave para su identificación.
Además, “la mayoría de especímenes recolectados han sido de
plantas macho, lo que deja un vacío importante en el conocimiento de su
reproducción”, explica la bióloga Laura Jineth Pardo Castro, de la Universidad
Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotá, quien durante su pasantía de
investigación en la Universidad Purdue (Estados Unidos) analizó las
especies Dioscorea villosa, de Norteamérica, y Dioscorea
polygonoides, de Colombia, para comprender sus patrones de floración y
evaluar cómo se podrían ver afectadas por el cambio climático.
En Colombia el ñame es mucho más que un tubérculo, es un
alimento esencial en la región Caribe, donde especies como D. alata y D. rotundata forman
parte de la gastronomía tradicional como sustituto de la papa o la yuca en
preparaciones como sopas –como por ejemplo el mote de queso–, purés y hasta
dulces.
Así mismo, este género de plantas está presente en
Norteamérica, donde especies como el ñame silvestre se usan en medicina
tradicional para elaborar extractos con posibles propiedades antiinflamatorias
y hormonales.
De otra parte, el mundo está experimentando cambios
drásticos en el clima que afectan los ecosistemas y están alterando los ciclos
reproductivos de las plantas.
En Colombia más de 30.000 familias dependen del cultivo del
ñame, la mayoría pequeños productores. Si el clima altera la floración en
especies silvestres, los cultivos también se podrían ver afectados, poniendo en
riesgo la producción y la seguridad alimentaria. En este contexto, la IA se
convierte en una aliada para la conservación y la seguridad alimentaria,
ayudando a predecir y mitigar los efectos del cambio climático en cultivos
esenciales como el ñame.
IA descifra la biología de las dioscóreas
Por otro lado, D. polygonoides, también conocida
como matagallina o gunda, florece durante todo el año, lo que facilita la
polinización y su reproducción. Así, su capacidad para producir flores en
cualquier momento la haría más resistente a cambios climáticos, ya que no
depende de una estación específica para reproducirse.
“Entender dinámicas que antes no se habían descrito con
tanto detalle permitirá en futuras investigaciones medir el papel de la
variabilidad climática en la floración de estas especies; por ejemplo,
podríamos investigar si el desfase en el florecimiento de machos y hembras en
el ñame silvestre ha estado relacionado con el histórico aumento de la
temperatura”, explica.
Para obtener estos resultados, la investigadora utilizó
LeafMachine2, un software de IA diseñado para analizar
imágenes de plantas. El trabajo fue dirigido por los profesores Daniel Park
(Universidad Purdue) y Lauren Raz (Instituto de Ciencias Naturales de la UNAL).
El equipo analizó miles de imágenes de D. villosa y D.
polygonoides provenientes de bases de datos científicas como el
Herbario Nacional Colombiano, el Centro Mundial de Información sobre
Biodiversidad (GBIF) y la plataforma colaborativa iNaturalist, en la que
cualquier persona puede subir fotos de plantas.
El software LeafMachine2, basado en redes
neuronales artificiales, identificó automáticamente el sexo de las flores con
más del 90 % de precisión, determinando su tamaño, forma y fase de
desarrollo. Lo que antes tomaba meses de análisis manual, ahora se resuelve en
minutos, facilitando el estudio de plantas con flores difíciles de clasificar.
La investigación no solo aporta información clave sobre la
reproducción de las dioscóreas silvestres, sino que además plantea
interrogantes sobre el futuro de las especies cultivadas en Colombia. Aunque el
estudio se centró en las dos especies ya mencionadas, los hallazgos ayudarían a
comprender cómo el cambio climático afectará cultivos como el ñame diamante (D. trifida),
el ñame morado (D. alata) y el ñame criollo (D. rotundata).
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