viernes, 9 de julio de 2021

Cultivos de mora en el Valle, en riesgo por brechas tecnológicas

 La carencia de viveros certificados, los bajos precios de venta de la fruta y la falta de innovación en la agroindustria son algunas de las problemáticas que afectan a esta cadena productiva en el del Valle del Cauca.

Afectaciones como estas son los “cuellos de botella” o ‘brechas tecnológicas que identificó un estudio elaborado por la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) junto con la Alianza Bioversity-CIAT.

Según la ingeniera agrícola Miryan Janeth García, de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotá y una de las autoras del estudio, la cadena de la mora presenta dificultades en sus cinco eslabones: insumos y material vegetal; producción primaria; comercialización primaria; transformación, y mercados.

En la investigación, desarrollada en 2018 con la cadena de la mora en el Valle del Cauca, se analizaron las condiciones de producción y comercialización y las oportunidades en el mercado, en un trabajo participativo con las asociaciones de productores, comercializadores y la agroindustria, para hallar las principales dificultades que impactan en la competitividad del sector.

Según el Acuerdo de Competitividad del 2015 de la Cadena Nacional de la Mora, “el consumo per cápita anual de esta fruta en Colombia está en 1,65 kg, mayoría consumida en fresco. El 55 % de la producción se ofrece en fresco en las plazas, supermercados, etc., y solo el 10 % va a la agroindustria para pulpas, mermeladas y barras de cereal, entre otros productos”.

Rastreo de problemáticas

En cuanto a insumos y material vegetal: “en el Valle del Cauca no existen viveros certificados que provean material de propagación inocuo de mora, que garantice que está libre de enfermedades y patógenos. Los productores sacan las semillas de sus propias fincas”. Otro contratiempo es el incremento del precio de los agroinsumos para la producción y el bajo capital de trabajo de los agricultores”, destaca.

Así mismo, en zonas de producción como en Buga, Tuluá, Trujillo, Versalles y Guacarí se adolece de mano de obra para realizar las diferentes prácticas que exige el cultivo, como poda y recolección de la fruta. Además, es necesario implementar sistemas de producción más limpios que contribuyan a la conservación de la biodiversidad de las zonas de ladera y que beneficien al consumidor final”.

Esto último adquiere mayor importancia en el mercado, pues tras visitar algunos supermercados de Cali, la investigadora descubrió que la fruta comercializada no era del Valle. Los jefes de compra le manifestaron que preferían comercializar mora de otros departamentos  como Nariño o Huila, porque “están adelantados en tecnología de conservación de fruta, tales como la IQF o congelación rápida de manera individual y su calidad es más alta”.

“Visitamos un supermercado que comercializa 15 toneladas mensuales en sus 30 sedes en el departamento, pero el 80 % de la mora que vende proviene del Huila y el 20 % de Nariño. Fue una sorpresa encontrar tantas asociaciones productoras en el Valle del Cauca, pero también ver que la mora no se comercializa en estos supermercados”, comentó la investigadora.

En cuanto a la venta de la mora, algunas asociaciones deben mejorar sus capacidades para negociar y vender su producto, “pues son muy buenas para producir pero cuando llegan a la comercialización encuentran mucha dificultad a la hora de negociar”, explica la ingeniera.

Por último, el estudio destaca la necesidad de implementar conocimiento entre las organizaciones, pues al analizar las condiciones del suelo, el tratamiento de plagas y enfermedades en los cultivos y los tipos de mora que se pueden vender en el mercado, “el Valle del Cauca es la cuna de varios ecotipos de moras, pero faltan investigaciones para caracterizar la biodiversidad nativa de esta fruta”.

Acción de soluciones

La investigadora afirmó que entre las asociaciones, las universidades y entidades como Agrosavia se han hecho grandes esfuerzos para plantear soluciones en la baja productividad de algunas zonas de producción, presencia de plagas endémicas y la falta de mano de obra calificada; sin embargo, estos problemas aún persisten.

Resaltó además la necesidad de viveros certificados en el departamento, “lo cual permitiría incrementar la productividad y minimizar la presencia de plagas y enfermedades en el cultivo”.

La investigadora concluye en que en el Valle del Cauca la cadena de la mora tiene dinamismo que ha permitido reactivarla, con el apoyo de los actores de los diversos eslabones que tienen como meta formalizar una inscripción oficial y conseguir el apoyo institucional para mejorar su competitividad.







No hay comentarios:

Publicar un comentario