Además de las bondades como abono o en el cuidado del cabello, que tradicionalmente se le ha adjudicado, la piel que recubre a este manjar, del que se producen más de 155.000 toneladas al año en Colombia, es una “minita de oro” en compuestos benéficos para la salud, con potencial farmacéutico como antioxidantes –que frenan el deterioro de las células– y como protectores del sistema nervioso, que sirven para prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Por primera vez en el país, usando una extracción secuencial
a altas presiones, investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL)
Sede Palmira encontraron aceites, carotenoides y fenoles, entre otros
compuestos conocidos como bioactivos, en el epicarpio o cáscara del aguacate
Hass (Persea americana Mill).
Los compuestos bioactivos se encuentran en las plantas,
hojas, flores, frutos y todo lo que se consume de forma natural. Además cuentan
con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y anticancerígenas, que por
sus estructuras químicas son preventivas.
El ingeniero Juan Felipe Grisales Mejía, estudiante del
doctorado en Ciencia y Tecnología de Alimentos de la UNAL Sede Palmira, destaca
que “aplicando dicha tecnología se obtuvieron compuestos como
proantocianidinas, presentes especialmente en las plantas y en algunos frutos,
las cuales han demostrado tener propiedades antioxidantes y antimicrobianas”.
“El uso de disolventes naturales como ácidos orgánicos,
azúcares o aminoácidos, que además de biodegradables son económicos y de baja
toxicidad, posibilitó la obtención de compuestos bioactivos de manera eficiente
y sostenible”.
Por ejemplo, dichos elementos presentes en la cáscara del
Hass, en especial aquellos más afines con el agua, demostraron tener una buena
inhibición frente a la acetilcolinesterasa, una de las enzimas responsables del
Alzheimer.
“Es decir, posee actividades protectoras del sistema
nervioso (neuroprotectoras), que podrían prevenir enfermedades
neurodegenerativas. Los resultados tienen el potencial para ser utilizados en
el desarrollo de productos farmacéuticos, cosmetológicos y alimenticios” anota
el experto, integrante del Grupo de Investigación en Procesos Agroindustriales
(GIPA) de la UNAL Sede Palmira.
Altas presiones, técnica que revoluciona la industria
tradicional
“Las técnicas de extracción a alta presión responden a las
necesidades globales de la industria y a los Objetivos de Desarrollo
Sostenible, en comparación con las de baja presión, que generan gases a la
atmósfera y deterioran el ambiente”, indica el profesor de la Facultad de
Ingeniería y Administración Hugo Alexander Martínez Correa, investigador del
Grupo de investigación en Procesos Agroindustriales y director de tesis.
Las extracciones a alta presión permiten modificar algunas
propiedades extractivas de los solventes naturales utilizados; aquí la
temperatura también juega un papel importante.
El modelo propuesto se basó en los conceptos de
biorrefinería y contó con tres etapas en las cuales se obtuvieron compuestos de
diferente polaridad de la misma materia prima.
“En la primera etapa se extrajo la fracción lipídica, o de
baja polaridad, empleando dióxido de carbono supercrítico; en la segunda se
extrajeron los compuestos de mediana polaridad utilizando etanol expandido con
dióxido de carbono comprimido, y en la tercera se obtuvieron los analitos de
mayor polaridad con agua subcrítica", explica el investigador Grisales
Mejía.
Otra de las primicias de este estudio fue el uso de
Solventes Eutécticos Naturales (NADES) para extraer y caracterizar los
componentes bioactivos de la piel del aguacate, ya que los solventes
convencionales comúnmente utilizados en estos procesos, como la acetona y el
hexano, tienen algún tipo de toxicidad y dejan residuos dañinos para el
ambiente.
Solventes como los NADES se consideran biodegradables, de
bajo costo y de baja toxicidad, pueden ser empleados en diversos procesos de
extracción y además podrían ser aplicados directamente en productos
farmacéuticos, cosmetológicos y alimenticios gracias a que están hechos de
ácidos orgánicos, azúcares, aminoácidos, entre otros.
Cáscara de aguacate Hass, residuo prometedor
La cáscara del aguacate Hass representa cerca del 13 %
del peso del fruto, mientras que la semilla o la pepa alrededor del 17 %,
juntos constituyen el 30 % del fruto en general.
Lo primero que hicieron los investigadores fue evaluar las
diferentes mezclas de cáscara y semilla a través de un diseño experimental,
para determinar en qué proporción se podía obtener el mayor contenido de
compuestos fenólicos y contar con las mejores capacidades antioxidantes y
neuroprotectoras, determinadas in vitro. Así, se evidenció que
la cáscara fue el residuo con mejores resultados.
Esta investigación se adelantó en los Laboratorios de
Química, Bioquímica y Fitoquímica y de Operaciones Unitarias de la UNAL Sede
Palmira y del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación – del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)– y la Universidad
Autónoma de Madrid (UAM), en donde el estudiante Grisales Mejía realizó parte
de la experimentación.
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