martes, 21 de mayo de 2024

Al bagazo… mucho caso. Con levaduras convierten residuos de caña en etanol

 Hasta el Parque Natural Chicaque y el Cerro de Quininí (Cundinamarca) llegó una ingeniera química de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) para recolectar cortezas y madera en descomposición de los robles, y aislar y estudiar levaduras nativas que, entre otras bondades, transforman en biocombustibles con gran proyección industrial el azúcar proveniente del bagazo de caña, del cual se generan alrededor de 6,5 millones de toneladas al año en el país.

Los hongos Debaryomyces nepalensis y Scheffersomyces virginianus serían fundamentales para impulsar la transición hacia industrias más limpias y sostenibles como la de las biorrefinerías, ya que son capaces de transformar el azúcar (D-xilosa) en etanol o xilitol. Así lo demostró Ángela María García Acero, doctora en Ingeniería Química de la UNAL, quien señala que los bosques de robles no solo guardan biodiversidad sin catalogar, sino que también encierran un enorme potencial biotecnológico.

Tras arduas jornadas de trabajo y usando técnicas de identificación molecular, la investigadora caracterizó 50 especies diferentes de estas levaduras autóctonas de los robledales andinos. De esas, 50,15 resultaron ser posibles nuevas especies para la ciencia, e incluso un nuevo género.

Pero además, según manifiesta la experta, “una de esas nuevas especies del género Ogataea ya fue descrita formalmente y publicada. Sin embargo, hay otras que están en el proceso de ser descritas”.

S. virginianus logró una eficiencia superior al 66 % para producir etanol a partir de la D-xilosa presente en el hidrolizado del bagazo de la caña de azúcar, que es un resultado muy bueno para este tipo de sustratos porque tienen varios compuestos inhibidores para los microorganismos”, dijo la investigadora.

Por su parte, D. nepalensis es productora de xilitol y también presentó unas características muy importantes: “es muy tolerante a condiciones ácidas y alcanzó hasta un 78 % de eficiencia para generar xilitol, un edulcorante natural ideal para diabéticos”.

Cultivadas en laboratorio

“Para tomar las muestras arrancamos pequeños trozos con pinzas estériles para no contaminar las muestras, y ya en el laboratorio las cultivamos en medios específicos para favorecer el crecimiento de las levaduras transformadoras de azúcar (D-xilosa)”, explica la investigadora.

En el Laboratorio de Bioprocesos de la UNAL se introdujeron en tubos Falcon y se pusieron en un dispositivo llamado agitador vórtex, que genera un movimiento circular rápido en la base para mezclar y homogeneizar los líquidos.

Según la experta, estas muestras se incuban a una temperatura controlada entre 25 y 30 °C, que es un rango óptimo para el crecimiento de estos hongos.

“Tuvimos medios de cultivos específicamente para una pentosa (D-xilosa), un azúcar que no muchos microorganismos pueden asimilar y transformar; así pudimos ver cuáles colonias de esas levaduras presentaban esta capacidad”, expresa.

Con su estudio, la doctora en Ingeniería Química evidencia la oportunidad que hay de explorar la biodiversidad que albergan ecosistemas naturales como los bosques de robles, especie muy importante para el país que infortunadamente está amenazada por la deforestación y la ampliación de la frontera agrícola.

“Necesitamos hacer el tránsito hacia sistemas de producción biológicos con menor impacto ambiental, y una de las rutas es utilizar la biomasa residual como materia prima, además de darle un uso sostenible a la biodiversidad”, subraya la investigadora García.






















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