Hasta 12 años se tarda liberar las variedades resistentes a la roya naranja, enfermedad causada por el hongo Puccinia kuehnii que provoca millonarias pérdidas económicas a los cañicultores; sin embargo, aprovechando las bondades de la biología molecular, científicos de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira las identifican en etapas muy tempranas del ciclo de vida de la planta, lo que acorta el proceso de selección haciéndolo más eficiente.
En un trabajo conjunto con el Centro de Investigación en
Caña de Azúcar (Cenicaña), Eliana Andrea Rincón, doctora en Ciencias Agrarias
de la UNAL Sede Palmira, halló plantas de apenas 2 meses que mostraron
resistencia a la roya naranja, enfermedad que se manifiesta con minúsculas
lesiones alargadas y amarillas formando una aureola pálida, verde y
amarillenta, que a medida que crece se torna naranja y después marrón.
Hasta el momento las únicas maneras de controlar la acción
letal de este hongo –que puede afectar hasta el 40 % de la producción de
caña–es con buenas prácticas agrícolas y obteniendo variedades resistentes,
pero el mejoramiento genético es un proceso que puede tardar hasta 12 años.
Para su investigación, la doctora Rincón trabajó con el
marcador molecular polimorfismo de nucleótido único (SNP), es decir
fragmentos de ADN que pueden estar asociados o no con un carácter de interés,
como la resistencia a enfermedades o la productividad.
Los SNP asociados con la resistencia a roya naranja se
identificaron en 220 genotipos de caña muy jóvenes. Además, en Cenicaña
identificaron otros relacionados con diferentes características de interés,
como altos contenidos de sacarosa.
“La validación encontró que los SNP estaban presentes en
diferentes copias del cromosoma y que existían interacciones entre alelos, lo
que influye en la resistencia o susceptibilidad de individuos diferentes a
aquellos en los que se encontraron dichos marcadores moleculares”.
“Así podemos descartar en corto tiempo las plantas que
tienen menos probabilidades de poseer los genes deseados y concentrar los
esfuerzos en aquellas con mayor potencial. Esto hace más eficiente el programa
de mejoramiento genético y reduce de manera importante el tiempo necesario para
obtener variedades resistentes y productivas”, informa la investigadora.
Resultados fundamentales para mejorar producción de caña
Uno de los resultados principales fue la validación de los
marcadores moleculares y la identificación de los SNP asociados con la
resistencia a la roya naranja; también la posible formación de variantes o
patotipos de P. kuehnii, lo que ayuda a entender mejor la
variabilidad de la enfermedad y su interacción con diferentes variedades de
caña, clave para desarrollar estrategias de manejo más efectivas y adaptadas a
las condiciones locales.
La doctora en Ciencias Agrarias también identificó
variedades con diferentes grados de resistencia, lo que permitiría utilizarlas
como progenitores en programas de cruzamiento. “Esta identificación temprana
facilita descartar materiales menos prometedores y concentrar los esfuerzos en
individuos con mayor potencial”, destaca.
El siguiente paso será implementar estos marcadores
moleculares en el programa de mejoramiento genético de Cenicaña, para asistir
en la selección de variedades con alta probabilidad de resistencia a la roya
naranja y otros caracteres de interés como mejor productividad y contenido de
sacarosa, para concentrar los esfuerzos en individuos con mayor potencial,
optimizando recursos y tiempos del proceso.
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