El Fusarium Raza 4 Tropical (Foc R4T) es una pesadilla para los productores de plátano y banano, ya que la enfermedad no se ha detenido desde su detección en Taiwán en 1990.
Este mal es causado por un hongo del suelo que provoca marchitez y muerte de las plantas al obstruir su sistema vascular. Además, se propaga fácilmente a través del suelo o material vegetal contaminado, así como por el agua. Actualmente no tiene cura, por lo que las medidas de bioseguridad y prevención son esenciales.
En ese contexto, Costa Rica se mantiene libre del Fusarium
Raza 4 Tropical. Sin embargo, la cercanía con países donde ya fue detectado,
mantiene al país en un estado de máxima alerta. Así lo indicó a Portalfruticola.com Eric Bolaños,
director de asistencia técnica de la Corporación Bananera Nacional (Corbana).
“Estamos libres del patógeno, pero con una gran preocupación
debido a su presencia en países muy cercanos y con fuerte producción bananera”,
señaló.
Acciones de protección
El especialista explicó que desde 2019, Costa Rica opera
bajo un protocolo nacional de bioseguridad, elaborado por el
Ministerio de Agricultura y Ganadería y el Servicio Fitosanitario del Estado
(SFE), que establece estrictas medidas de prevención, exclusión y control.
Entre las principales acciones destacan:
- Desinfección
obligatoria en puertos, aeropuertos y puestos fronterizos, especialmente
para viajeros provenientes de países con presencia de la enfermedad.
- Monitoreo
constante y un sistema de alerta temprana que permite activar visitas
técnicas en caso de plantas sospechosas.
- Coordinación
público-privada permanente, que Bolaños calificó como “clave para mantener
al país libre del patógeno”.
Bioseguridad dentro de los campos
En el nivel operativo, Bolaños expuso que cada
predio debe cumplir con 34 medidas de bioseguridad, organizadas en 15 puntos de
control, destinadas a impedir el ingreso y la diseminación del
hongo. Entre ellas:
- Tener
un único punto de entrada por campo.
- Uso obligatorio de pediluvios con desinfectantes probados para limpiar el calzado.
- Barreras
físicas perimetrales para evitar accesos no autorizados.
- Desinfección
de herramientas y maquinaria, que deben permanecer dentro del campo.
- Control
estricto del ingreso de vehículos, visitantes y personal.
Corbana realiza evaluaciones campo por campo para verificar
el cumplimiento de estas medidas. “Cuando detectamos fallas, se emite un
reporte a la administración para aplicar correcciones y se da un seguimiento
hasta asegurar su implementación” dijo el especialista.
La vigilancia también incluye la toma de muestras ante la
presencia de plantas sospechosas. “Hasta septiembre, Costa Rica registraba
alrededor de 2.200 muestras analizadas, todas negativas”, acotó.
Recomendaciones
Bolaños insistió que los productores deben estar atentos a
los síntomas que presentan las plantas: marchitez o decoloración de la
planta, caída de hojas, agobio del follaje, aberturas en el tallo y
deformaciones en hojas viejas.
Recomendó que, en el caso de identificar una planta con
Fusarium Raza 4 Tropical, “no deben manipular la planta, solo marcarla y
reportarla de inmediato al SFE o a la corporación para activar el muestreo
oficial”.
Investigación y mejoramiento genético
Si bien la prioridad es impedir el ingreso del hongo al
país, “de igual manera Costa Rica trabaja en alternativas de largo plazo",
dijo.
"Corbana desarrolla, junto con Embrapa en Brasil, un
proyecto de mejoramiento genético convencional para obtener híbridos
resistentes a Fusarium R4T”.
Finalmente, hizo un llamado a los productores: “El banano es
un generador clave de empleo y divisas para la región Caribe y para todo el
país. Aunque no existe riesgo cero, si mantenemos un sistema de bioseguridad
robusto podemos mantenernos libres del patógeno”.





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