Las nuevas tendencias de consumo hacia una alimentación saludable y una producción alimentaria sostenible representan grandes posibilidades de crecimiento para el sector agropecuario colombiano.
Durante la cuarta sesión “Los alimentos y el consumidor del
siglo XXI”, de la Cátedra José Celestino Mutis “Retos y oportunidades en la
producción del campo colombiano” de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL)
Sede Bogotá, los expertos invitados coincidieron en señalar que con la pandemia
por Covid-19 se está generando un cambio entre los consumidores. Se trata de
una especie de nuevo perfil en el que, por ejemplo, se han impulsado aspectos
como las ventajas de la comida sana –o más casera–, la compra de alimentos por
medio de plataformas on line y la búsqueda de productos
de buena calidad, saludables y económicos.
La profesora Amanda Consuelo Díaz, coordinadora del
Laboratorio de Análisis en Alimentos de Origen Vegetal del Instituto de Ciencia
y Tecnología de Alimentos (ICTA) de la UNAL, afirmó que el vínculo
alimento-salud se ha convertido en un factor esencial con respecto al tema
alimentario.
Señaló además que “Los consumidores están más informados
sobre cómo se han producido o elaborado los alimentos, qué compuestos tienen,
qué tan dañinos son para la salud, qué impacto al ambiente ha provocado su
producción o elaboración, etc.”.
“Estos aspectos han hecho que en el mercado mundial y
nacional haya una demanda de los llamados alimentos funcionales, es decir
aquellos que tienen un efecto potencialmente positivo en la salud más allá de
la nutrición básica”.
Como alimento funcional se entiende también aquel que ha
sido elaborado añadiéndole componentes biológicamente activos que cumplen una
función específica y contribuyen a mejorar la salud.
En una revisión realizada por la docente entre 2016 y 2021 a
publicaciones científicas alojadas en la base Scopus, evidenció que los temas
de mayor interés y relevancia en relación con los alimentos funcionales han sido
microorganismos –o microbiota intestinal–, los antioxidantes, compuestos
activos y diversidad de alimentos asociados con la biodiversidad.
“El hallazgo de este trabajo evidencia que
los alimentos funcionales representan una oportunidad enorme para el
desarrollo de nuevo productos, en un mercado que, como el colombiano, aunque
todavía es incipiente tiene grandes posibilidades de crecimiento”, señaló la
investigadora.
La leche y los alimentos funcionales
La profesora Carla Portillo, de la Universidad Pedagógica y
Tecnológica de Colombia, mencionó que “la leche, los quesos y las leches
fermentadas son ejemplos de alimentos que poseen una reconocida aceptación en
casi todo el mundo como fuente de alimentos e ingredientes funcionales”.
“Esto les permite ser un vehículo efectivo para la
aplicación de ingredientes funcionales y hoy son consumidos por amplios
sectores de la población, especialmente en países desarrollados, pero también
representan una oportunidad para el mercado nacional”.
Indicó además que “en Colombia el consumo per cápita de
leche es de apenas 148 litros y la recomendación de la FAO es que un consumo
idóneo de este alimento debería ser de 170 litros por persona”.
Productos cárnicos saludables
La profesora Sandra Vásquez Mejía, del Departamento de
Producción Animal de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la
UNAL, mencionó que entre las tendencias que influyen en la cadena cárnica se
encuentran: que sean saludables, listos para consumir, que mejoren el sistema
inmune, que sean orgánicos y que tengan sello verde, es decir la etiqueta
ambiental voluntaria obtenida para un producto, empresa, organización o
servicio, que demuestre el compromiso ambiental por medio de sus acciones.
En ese sentido, entre las estrategias comúnmente utilizadas para desarrollar productos cárnicos saludables se encuentran: la reducción de grasa y de sales y la incorporación tanto de probióticos como de fibras dietarias.
Según la docente, consolidando buenas prácticas de
manufactura también se encuentran las oportunidades en el mediano plazo; para
ello es esencial la adaptación de la industria cárnica a las nuevas
tecnologías.
La Cátedra José Celestino Mutis “Retos y oportunidades en la
producción del campo colombiano” es liderada en el segundo semestre de 2021 por
la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la UNAL y contará con
16 sesiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario