viernes, 26 de agosto de 2022

Jugos naturales y arepas de maíz, complemento alimentario para niños y jóvenes Nasa

 Los vacíos nutricionales específicos del Plan de Alimentación Escolar (PAE) asignado al pueblo Nasa han generado que la comunidad del Resguardo Indígena de Toez promueva la creación de un complemento alimentario que fortalezca la identidad cultural y tradicional de sus niños y jóvenes.

La mayor parte del pueblo indígena Nasa se concentra en el norte del Cauca y se caracteriza por su lucha por la reivindicación de sus derechos y por la resistencia a procesos que puedan afectar a su comunidad, cultura, territorio o sus creencias.

En este contexto, uno de sus principales intereses es garantizar la alimentación de sus niños escolarizados, a partir de un sistema alimentario tradicional indígena, con riqueza étnica y cultural.

Sin embargo, este pueblo no es ajeno a la crisis alimentaria que se da por la imposición de un sistema alimentario globalizado y descontextualizado que los despoja de toda la espiritualidad y el sentido que poseen para las comunidades indígenas.

Este es el caso de la alimentación escolar en dicho resguardo –a cargo del PAE y coordinado por el Ministerio de Educación Nacional (MEN)–, que por ser de carácter nacional es estandarizado para conservar las propiedades de energía y nutrientes que se pretende ofrecer a los beneficiarios, y solo cambian algunos alimentos según la disponibilidad regional.

Además, se plantean desde una lógica que impulsa ciertas pautas de consumo alimentario, que en ocasiones dejan de lado aspectos culturales, sociales e históricos de las comunidades.

Con este reto, la comunidad del Resguardo Indígena de Toez, a través de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, ha optado por una estrategia diferente, compuesta por alimentos limpios como jugos naturales endulzados con panela o caña de azúcar y arepas de maíz recién cultivado, entre otros, que son ofrecidos en la Institución Educativa Etnoeducativo Toez.

“Estas alternativas han generado gran impacto en la comunidad educativa y son una plataforma importante para fortalecer tanto la soberanía como la seguridad alimentaria y nutricional del Resguardo, trabajando desde la re-valoración de formas de producción tradicionales, elaboración local de alimentos más sanos y con menor impacto al medioambiente, que además favorecen aspectos sociales y ecológicos”.

Así lo señala la investigadora Leidy Viviana Sandoval Jiménez, magíster en Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien analiza desde un enfoque decolonial, o crítico, los procesos vinculados a la alimentación escolar del pueblo Nasa y su relación con la soberanía alimentaria y la seguridad alimentaria y nutricional.

Apuesta por la alimentación tradicional

En su estudio, la magíster realizó 11 entrevistas entre semiestructuradas (con preguntas abiertas y cerradas) y abiertas en la comunidad, especialmente a representantes de la institucionalidad, funcionarios del PAE de la Secretaría de Educación, representantes del  operador del PAE, miembros de la comunidad, productores indígenas, padres de familia y funcionarios de la institución educativa, profesores, docentes y manipuladores de alimentos.

Según el análisis, una de las grandes preocupaciones de la comunidad es que reconocen que el PAE, por ser estandarizado, no ofrece los requerimientos nutricionales suficientes para los menores de la comunidad, por lo que buscan crear ese complemento nutricional a través de refrigerios, al tiempo que refuerzan sus costumbres y su diferenciación cultural al ofrecer productos típicos de su cultura.

No obstante, esa alimentación diferencial no se implementa, debido a los protocolos estrictos de las instituciones que controlan y regulan los planes de alimentación en el país, y que aunque lo hacen en pro de mantener los estándares de calidad, los productos autóctonos de la región y los que son consumidos culturalmente terminan siendo inviables por la falta de registros sanitarios y sellos de calidad, que al final impiden la identificación cultural desde la alimentación que buscan estas comunidades.

La alimentación del pueblo Nasa se basa en alimentos típicos como el maíz, el plátano, la papa cidra y el fríjol, pero sobre todo en preparaciones típicas como la mazamorra y la sopa de maíz, las cuales intentan incluir en la alimentación ofrecida en la institución educativa.

“Esto juega un papel esencial en el mejoramiento de la seguridad alimentaria y nutricional y en el fortalecimiento de la soberanía alimentaria, ya que la comunidad reconoce el beneficio de incluir estas preparaciones”, concluye la investigadora.






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