“Azufre” y “antibiótico” son plantas que crecen en bosques y jardines de la Orinoquia y que han sido aliadas tradicionales de las comunidades en el tratamiento de moretones, heridas o fiebre. Por primera vez en el país, docentes y estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Orinoquia indagarán su propiedades antioxidantes, anticancerígenas y antimicrobianas; los resultados supondrán un valor agregado a la medicina natural.
Las hojas, el tallo y las flores de estas plantas se han
utilizado popularmente en los Llanos Orientales para tratar diferentes
dolencias, como una tradición de las abuelas; por ejemplo para las heridas se
ponen las hojas de antibiótico trituradas sobre la lesión, al que se le
atribuye una cicatrización más rápida y que esta no se infecte.
Otro uso común es para bajar la fiebre: las hojas y tallos
se ponen al sol y luego se hierven en agua, adquiriendo tonalidad morada; el
enfermo se baña con ella y le ayuda a sentirse mejor, todo esto según los
saberes populares y lo que expresa la comunidad en Arauca.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce y acepta
el papel fundamental de las plantas con propiedades medicinales para satisfacer
las necesidades de salud de muchas poblaciones en el mundo, ya que representan
una alternativa económica y en ocasiones muy eficaz para tratar diversas
dolencias en poblaciones, especialmente en las zonas rurales y económicamente
vulnerables.
Aunque la Orinoquia colombiana se caracteriza por su riqueza
vegetal de plantas con propiedades medicinales y muchas de estas especies son
ampliamente usadas por los habitantes de la región, los estudios sobre ellas
son escasos o nulos, lo mismo que los registros sobre sus propiedades
biológicas y medicinales, y sobre la identificación de los compuestos
bioactivos que sustenten sus propiedades benéficas.
Guiados por la abundancia de la planta en la región y por el
uso habitual de la comunidad, la docente de química Mary Cecilia Montaño, de la
Unidad de Docencia y Formación de la UNAL Sede Orinoquia, dirige la
investigación pionera sobre estas plantas con la participación de los
estudiantes Kenny Julián León García, de Ingeniería Química, y Laura Sofía
Sogamoso Fernández, del programa de Química de la Sede Orinoquia.
“La investigación fue el punto de partida para crear el
Semillero de Investigación de la UNAL Sede Orinoquia (SIUNOR), en el cual, con
la participación de estudiantes auxiliares en diversas carreras, se busca
explorar las propiedades antioxidantes, anticancerígenas y antimicrobianas del
azufre(Tripogandra serrulata) y el antibiótico(Justicia colorifera);
además las puertas abiertas están para los estudiantes de la Universidad que
busquen proyecto de grado o pasantía y que deseen vincularse”, explica la
docente Montaño, líder de SIUNOR.
Las plantas se deben recoger en la mañana, que es cuando
tienen más savia, lo que impide que se marchite rápido, después de la colecta
se dejan secar a una temperatura controlada durante un tiempo específico.
“Cuando están lo suficientemente secas las trituramos y las
sumergimos en alcohol durante varios días para su extracción por maceración; la
mezcla se filtra y nos deja un residuo sólido o muy viscoso, del cual hacemos
distintos procesos para sus análisis; las muestras se estudiarán en el
Laboratorio de Neurociencias del Instituto de Genética de la UNAL Sede Bogotá”,
relata la académica.
La actividad antimicrobiana está siendo evaluada por el
grupo de investigación Estudio y Aprovechamiento de Productos Naturales Marinos
y Frutas de Colombia, de la UNAL Sede Bogotá.
Hallazgos preliminares
Se están realizando pruebas preliminares para evaluar la
actividad antimicrobiana de los extractos obtenidos, los cuales han mostrado
actividad biológica, es decir los efectos benéficos o adversos de una droga
sobre la materia viva, en este caso frente a 3 bacterias: Staphylococcus
aureus, Escherichia coli y Enterococcus faecalis, las
cuales están asociadas con infecciones respiratorias y gastrointestinales,
además del hongo o levadura de género Candida.
Los hallazgos preliminares de esta investigación sugieren
que las plantas antibiótico y azufre tienen interesantes perfiles metabólicos y
potencial actividad biológica, que podrían ser de gran interés para desarrollar
nuevos fármacos o productos naturales. Se espera que los demás resultados
confirmen aún más estos hallazgos y exploren con más detalle los mecanismos de
acción de los metabolitos identificados.
Por otra parte, los antioxidantes son compuestos químicos
que le ayudan al cuerpo a eliminar los radicales libres, unas moléculas que
pueden oxidar las células y producir alteraciones en el material genético (o
ADN) provocando enfermedades como el cáncer, entre otras, los cuales también
están siendo procesados.
La importancia de este estudio radica en su potencial para proporcionar
nuevas opciones terapéuticas derivadas de la naturaleza, aprovechando los
recursos naturales de la región de la Orinoquia. Además, al involucrar a
estudiantes en el proceso de investigación, se fomenta el desarrollo de
habilidades científicas y se promueve una mayor consciencia sobre la
biodiversidad y el valor de las plantas medicinales en Colombia.
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